Silencio es lo que abunda acerca de la realidad, el mismo silencio que se les ha impuesto injustamente a las personas intersex y el mismo vacío que hubo en esa clase sobre el cuerpo humano, dónde nunca se habló de todes.
Aquí tres voces, tres historias que en realidad son muchas más, tres voces que se negaron a callar.
Mer Gómez (she/her)
Autora del libro La rebelión de las hienas y activista intersex.
Hay quienes miran con tanta atención que lo notas, aún a kilómetros de distancia. Ella tiene esa energía: la inquietud, la curiosidad y el grito preparados para la lucha. Una voz poderosa y a la vez provista de un cuidado que le da a su discurso poesía, porqué también pasa por el arte.
¿Que significa ser intersexual?
Las personas intersex nacemos con características sexuales (hormonas, gónadas, genitales, cromosomas) que no encajan en los dos arquetipos binarios de corporalidades. En este sentido, por tener cuerpos que ponen en jaque esas dos categorías sociales rígidas y estrictas, hemos vivido un proceso de medicalización con una serie de protocolos y de modificaciones corporales estéticas obligatorias. Si como sociedad, aceptásemos que existen cuerpos más allá del binarismo no sería necesario hoy reivindicar una identidad política intersex.
Mucha gente relaciona la intersexualidad con el no binarismo aunque sean dos términos muy distintos… ¿Nos podrías aclarar esto?
Las corporalidades intersex rompen con la idea de que sólo existen dos tipos de cuerpos, femenino o masculino, con características sexuales muy concretas. Evidencian, de hecho, la existencia de un abanico de posibilidades corporales inmensas que deberían ser igual de sanas e igual de deseables. Por otra parte, las intersexualidades no son un tercer sexo. Si fuese así, habría tantos sexos como intersexualidades existen. En lo que sí estamos de acuerdo es en que pueda existir una tercera casilla para personas con identidades de género no binarias. En este sentido, las personas intersex, como cualquier otra persona, nos podemos identificar como mujeres, como hombres, como no binarias, queer, hay personas intersex que son trans, etc,.
¿Cómo fue el momento de empezar a hacer activismo?¿Por qué empiezas?, ¿Qué panorama te encuentras?
Mi viaje como activista comienza a partir del 2015. En ese momento, yo hacía mi primer trabajo de investigación sobre intersexualidades, sobre historias de vida de personas intersex, y había muy pocas referencias escritas en castellano. Tampoco referentes culturales. Algunas personas ya empezábamos a impartir pequeñas charlas y conferencias en espacios pequeños, normalmente a través de pseudónimos. Poco a poco, pasito a pasito, en estos últimos cinco años hemos ido viviendo una revolución intersex. Nos hemos ido acuerpando y colectivizando, enredándonos entre nosotras y con otros colectivos. No es casualidad tampoco el impulso y el auge que hemos vivido desde los movimientos sociales, feministas y LGTBIQA+, así como la proliferación de sujetos políticos. Gracias a eso, también las intersex nos hemos atrevido a ir rompiendo el silencio y a reivindicar nuestros derechos.
¿ Por qué la i es de las más invisibilizadas del colectivo?
El armario intersex es enorme. El silencio es algo que se sigue recetando en consultas, centros de salud y hospitales. Cada letra del colectivo ha pasado por ahí, por la patologización. Y, por ende, ha tenido que vivir también un proceso de despatologización. Supongo que, en nuestro caso, tiene mucho que ver el hecho de que los cuerpos intersex son un jaque al sistema sexual binario. Aceptar como válidas y deseables, dentro de un orden social heteronormativo y judeo-cristiano, a corporalidades que hacen tambalear los cimientos del sistema sexo-género, requiere un fuerte trabajo de deconstrucción. Pero las personas intersex, los cuerpos no binarios, han existido toda la vida. Las categorías sociales que sirven para organizar, en cambio, no.
¿Qué te gustaría ver en los medios?
En los medios, igual que en cualquier referencia cultural, me gustaría ver responsabilidad y ganas por sensibilizar. Que el objetivo sea el de informar y contribuir a generar imaginarios culturales en torno a la i. Muchas vivencias de personas intersex están llenas de violencias y discriminaciones que no pueden volver a repetirse y que también hay que denunciar. Por eso, las personas que deciden ser un altavoz y hablar de la realidad de la i, tienen que tener un compromiso y una responsabilidad absoluta con el colectivo. Mas aún cuando es una comunidad que ha sido marginada e invisibilizada, como muchas otras. Eso me gustaría ver en los medios: ética, respeto y responsabilidad. Hablar de intersexualidades, al fin y al cabo, es una responsabilidad social. ¿O acaso hay alguna persona que no haya sufrido por cuestiones estéticas que tienen que relación con sus características sexuales? ¿por tener más o menos vello? ¿por tener los genitales con más o menos centímetros? ¿porque sus mamas son más grandes o más pequeñas?
¿Cómo afecta el vacío informativo al crecimiento de las personas intersex? ¿Es complicado encontrar quienes cuentan su experiencia? ¿Es complicado hacer u encontrar comunidad?
Cada vez es más fácil encontrar información sobre las intersexualidades. Si buscas referencias en internet sobre asociaciones (Kaleidos, Grapsia, Caminar intersex), de activistas intersex en el Estado Español, artículos o entrevistas, ya estamos ahí. Al fin, ya aparecemos. Hace diez años no era tan fácil. Gracias a todo el trabajo de visibilidad que hemos ido haciendo en los últimos años ya estamos consiguiendo que lo sea. Es uno de los objetivos principales. Sobre todo, para que ninguna persona, nunca más, vuelva a sentirse sola e incomprendida pensando que es un bicho raro y que no hay nadie más como ella. Esto ha sido muy habitual para las personas intersex.
¿Quién es Lola y que ha significado para ti?
Lola es un personaje de ficción que yo creo en el año 2016 para una obra de teatro colectiva titulada “Un par de ovarios”. Estaba compuesta por diferentes historias de mujeres, inspirada en “Los monólogos de la vagina”, y yo decidí escribir la historia de Lola: una mujer intersex. Gracias a ese personaje, a esa obra de teatro, sale a la luz una experiencia personal que llevaba más de veinte años en el armario. Así que, sin duda, Lola fue el primer paso y la mecha que hizo que hoy Mer se haya convertido en activista por la visibilidad intersex.
Has escrito otras cosas, pero "La rebelión de las hienas" es tu primer libro, y autobiográfico, ¿De qué nos habla?
“La rebelión de las hienas” diría que es un cacareo súper potente de un clan de hienas empoderadas. Un grito colectivo que rompe, por fin, todo el silencio recetado. Son trece capítulos, con catorce relatos de personas enormemente generosas que a través de una combinación entre literatura, ensayo, teatro y periodismo cuentan sus experiencias de vida. Necesitamos referencias culturales, literarias, que hablen de la i, que pongan a las personas intersex en el centro, creadas por personas y por activistas intersex. Por suerte cada vez hay más. Es muy necesario generar nuevos imaginarios culturales, sociales, políticos que incluyan todas esas voces que vienen desde los márgenes y que reivindican los cruces.
Eres la madre del término " Bicha rara" cuéntanos más; ¿Podríamos llamar "hiena" un sinónimo?
Já, já. Eso de “la madre de” me ha recordado a una amiga intersex que me llama “madre de hienas”. Pues claro que sí, somos bichas raras, monstruos, freaks, hermafroditas a caballo, hienas. Al final, reapropiarse de términos que han sido utilizados para silenciar a las disidencias sexuales o que han servido para marginar, evidencia toda la lucha y todo el trabajo de empoderamiento que hay detrás de nuestras historias. Eso es, soy una bicha rara y me siento orgullosa de decirlo. Por todos los años que no he(mos) podido cacarear bien alto.
¿ Cuales son tus referentes cinematográficos, literarios, activistas, intersex?
Pues principalmente dos obras de mis amigas y compañeras activistas: el cuento “Un secreto pelirrojo” de Camino Baró, y la obra de teatro “Hermafroditas a caballo o la rebelión del deseo” de Laura Vila Kremer y el colectivo “Qué no salga de aquí”. También recomiendo un documental precioso titulado “No box for me” cuya protagonista, Mathilde, participa en “La rebelión de las hienas”. Y el corto-documental “Se receta silencio”, que protagonizamos Laura Vila Kremer y yo junto a Miquel Missé. Los libros “Middlesex” y “Donde nadie te encuentre”. Las películas argentinas “XXY” y “El último verano de la boyita”. Y una ópera fantástica “Alexina B.” que se estrenó el 18 de marzo en el Liceu de Barcelona y que narra la historia de Herculine Barbine: una persona intersex del siglo XIX que dejó escritas sus memorias.
Sean Saifa Wall (he/him/his)
@intersexjusticeproject @saifaemerges
Activist for intersex rights, speaking loud through Intersex Justice Project and the documentary Letters to an unborn son. The kind of strong voice that feels immediately like a friendly safe space, and the kind of hands that are talking too, as the voice narrates.
What is “Intersex Justice Project”, how did it start and how is it going?
Basically the Intersex Justice Project was founded in 2016 and it was cofunded by myself, Pigeon Pagonis and Lynnell Stephani Long. The goal of the project was to challenge medical interventions on intersex children; many of these interventions are unnecessary but they are also harmful. We wanted to challenge the culture of surgery and also empower intersex people of color to be leaders in that fight. I think IJP has sorta met that goal, it’s kind of ongoing, but it has engaged in direct action, usually in formal protests against hospitals that do these surgeries. We’ve done lots of talks in medical schools, because we wanted to provide this education about intersex people. Right now, I’m the only one in the project, I work first thinking what is the need and what should be done in order to cover it. To be honest, I don’t know if right now direct action is what is needed in the US, I’ve heard Spain has recently passed a reforming legislation for intersex people and it’s really good, but in the United States it’s looking so bad. Due to the increasing level of discrimination of intersex people directly by the state, now more than ever it’s a matter of being strategic, there’s not a lot of us doing this work in the front so I feel like the next step is focusing on strategy and campaign development, specially giving support on direct assaults on intersex people.
You were saying that there’s not many people fighting in the front. Intersex are 5% of the population, that’s a fact, but: What do you think it’s pulling people back from showing themselves?
It’s important to talk about the nuance behind why people are invisible. There are different reasons: on a bigger scale, there’s Stigma: in shame, around having an intersex variation. And there’s not a lot of knowledge in a general society of intersex variation, so you have this bigger issue of stigma in shame. That’s why a lot of people don’t want to be visible. But then you have people who have intersex variations but don’t identify as intersex, and there’s different reasons they might have… one reason is that people associate it with genitals, at least it happens to me when I come out as intersex, they automatically associate it to genitals. People know more about the term hermaphrodite than the term intersex, and they usually make the assumption, when you tell them that you are intersex, that you have both genitals.
There’s a really common confusion between “trans” and “intersex”, why is that?
Whenever I tell people I’m intersex they would say “ Oh I know that, it’s such a big issue right now” and when I ask them what they understand they usually answer with a “ That’s when you change genders” and it’s like no!. I feel like the people who are visible now as intersex, largely are people who have had medical interventions. This is the part where people get confused, although being neither intersex or trans is inevitably related to getting surgery. They probably do share this confusion somehow, but one thing is gender identity and the other it’s some variation of the body, which a trans person could have just as a cis one.
Why do you think the “I” is probably the most invisible letter of the community?
When we think of the LGBTIQ+ acronym, a lot of it focuses in sexuallity and gender identity, there are people who are intersex or who have intersex variations that are from the community and some that are not queer. That’s another issue. I also feel hardly there’s a will of ignorance from the part of the LGBTIQ+ community to really know about or embrace people with intersex variation.
I’m frustrated because of that: the states are different. The medical establishment is not hurting people for being nonbinary, for example, they might have other issues, everyone has different struggles but I think for intersex people it is different, there’s more violence, for example in the medical aspect, we have a very complicated relationship with our doctors. Even inside the queer community, there’s very intrusive people, still with a very binary vision. Despite that, I feel that gladly, trans and intersex people are really challenging binarism.
If you had the chance to speak to all the queer community what would you tell them?
We treat the intersex as something that it’s over there, something that’s weird and different, something that cannot affect people, but when we look as how intersex define… intersex is basically variations in sex characteristics, we all have chromosomes, we all have reproductive organs, we all have genitals. If you have had any sex relation with anyone you know that there’s so much variation in genitals. Human beings are variations, that's why I always encourage people to be curious with their own bodies.
If by chance the fascist countries would start trying to divide people between male and female, what would they find is that male and female is not direct, there’s so much more variation in people bodies, we’ve made up this categories to make sense with the world, but they’re a delusion to make us feel better, but it’s the opposite.
I’ve heard you have a visual project going on… what can you tell us about that?
Once I am done with my PhD program, I want to resume my documentary project, Letters to an Unborn Son. The idea came to me when my mother, a few years before her death, gave me a packet of letters that my dad wrote to me when he was in prison. My father died from AIDS while incarcerated. I was 14 years old when he passed. When I read his letters, it brought back a flood of memories from that time and I wanted to revisit those memories and talk to the people who knew my Dad before he went to prison and who might have known him when he was in prison. The project is profound in that I spoke with my dad's sister who I hadn't seen in 15 years and she told me about my father's last moments before he died. I also interviewed the lawyer who worked for the Legal Aid Society and represented my father in 1989.For me, it's difficult being an independent filmmaker because camera and video editing equipment are expensive and funding can also be an issue. My perfectionist streak has also gotten in the way of finishing the film, but what I have seen with other short films, it's just a matter of letting it go.
Who do you look up to in the intersex community?
I do feel that whenever I have the opportunity I thank the early pioneers of the movement who came before me: Paul Laranche, Tiger Devore, Emi Koyama… those people doing intersex activism during the late eighties and early nineties, in the US context. I really look up to them, because there was no reference for people at that time, they were the first, and there was more stigma, more silence… It was really amazing. My activism is possible because they were able to speak up.
I’m also in contact with my contemporary activist colleagues, which we are helping with the profits of posters I designed with a trans artist, Michael Basard.. For me it is a small gift but I feel that my responsibility as someone who is english speaking and lives in the global north, is to try to create equality with my camerades in this fight.